Entendemos por estimulación sensorial el modo de activar a las personas mediante los sentidos.

Con actividades sencillas como escuchar música relajante, oler esencias que resulten agradables o evocadoras, visionar imágenes, fotos… podemos estimular y proporcionar sensaciones placenteras a personas cuya capacidad sensorial se vea reducida por un deterioro cognitivo avanzado o por una discapacidad psíquica o sensorial.

Este tipo de estimulación a la hora de desarrollar la sesión, permite realizarla de manera controlada y manipulada, intensificada o reducida y presentarla ante la persona usuaria de manera aislada o combinada con otro tipo de actividades estimulativas; Por ejemplo, podemos trabajar la estimulación sensorial mediante la música relajante únicamente o complementar la sesión con el visionado de fotos que resulten gratificante para la persona usuaria.

Son muchos los efectos positivos que con frecuencia se manifiestan en las personas objeto de este tipo de estimulación, entre ellos, el principal, la relajación, debido al ambiente que se crea en un entorno especialmente diseñado para dicha finalidad. Se ha constatado también que las personas con deterioro que participan en este tipo de actividades presentan una disminución de las alteraciones de conducta, se ven incrementados los niveles de actividad y de alerta, se manifiesta un aumento en la manipulación de los materiales que haya en su entorno, se produce un aumento en las vocalizaciones o en una mayor atención focalizada hacia la fuente del estímulo visual o auditivo.

 

Eider Ibáñez

TASOC Naguspea S.L.